Aclaración: El Método Grinberg® es un método educacional que enseña a través del cuerpo. No está dirigido a personas que sufran condiciones que pongan en peligro su vida, ni condiciones graves o enfermedades que requieran atención médica o psiquiátrica. Tampoco constituye un substituto para ningún tipo de tratamiento necesario. El método no tiene una base ideológica o mística y no pide un particular estilo de vida .
La simplicidad de ser un cuerpo
En nuestra sociedad es habitual dar por hecho que el cuerpo es sólo una parte de la persona, diferenciado de quien es la persona, de sus emociones, pensamientos o voluntad. Se crea una división entre la mente (lo que nos decimos a nosotros mismo, opiniones, creencias, conocimiento, normas) y el cuerpo.
Desde mi enfoque esto no es cierto: somos un cuerpo y a través de él, a parte de mantener la funciones vitales, percibimos nuestro entorno y respondemos a él en función de nuestras propias cualidades. Todo lo que hacemos, lo hacemos con el cuerpo. Como usamos el cuerpo, define quienes somos.
El cuerpo está en contacto con la realidad y busca continuamente adaptarse de la mejor manera posible a lo que pasa a nuestro alrededor.
El cuerpo sabe como recuperarse y estar bien
El cuerpo mantiene si solo todas las funcinoes que necesitamos para estar vivo (respirar, digerir, circular, sistema nervioso, etc.). El cuerpo, como criatura viva, sabe como recuperarse a si mismo: como curarse después de un trauma, lesión o accidente, como descansar cuando nos hace falta, qué necesitamos comer, qué hacer cuando estamos en peligro o cómo conseguir aquello que nos hace sentir vivos.
A través del tacto llevo tu atención des de tu mente a tu cuerpo
Mi trabajo consiste en llevar tu atención, que habitualmente está enfocada en la cabeza, hasta el cuerpo. Llevando la atención al cuerpo le damos la posibilidad de que haga lo que necesita para recuperarse.
La mayor parte de ocasiones en que trabajamos con un dolor físico, éste desaparece o disminuye drásticamente cuando le prestamos atención y dejamos que el cuerpo se relacione con el dolor libremente.
Por este motivo, no curo, ni trato a pacientes, enseño a ser un cuerpo y a dejar que el cuerpo esté libre y en las mejores condiciones para que se recupere a sí mismo.
Recuperar la habilidad de parar aquello que nos perjudica
Algunas veces, lo que nos crea malestar no es una clara molestia física sino algún comportamiento repetitivo que nos gustaría cambiar pero que no sabemos como (por ejemplo, ansiedad, timidez, enfado o culpa automáticos, dificultad para decir que no, etc).
El cuerpo está continuamente adaptándose a los cambios de nuestro entorno. Cuando nos repetimos no estamos dando la posibilidad de poder adaptarnos a lo que realmente está sucediendo en el momento. Las repeticiones normalmente se dan por creencias automáticas sobre nosotros o sobre los otros.
Todos tenemos la habilidad natural de parar estos comportamientos repetitivos pero parece que muchos nos hayamos olvidado de cómo hacerlo. A través de tu atención al cuerpo puedes identificar como creas estos patrones y como soltarlos para permitir el cuerpo encuentre nuevas posibilidades.